La Canciller colombiana Maria Ángela Holguín anunció hoy la decisión del gobierno colombiano ha decidido retirarse del Pacto de Bogotá, el cual se había suscrito a mediados del siglo pasado y que establecía que Colombia dirimiría sus conflictos internacionales a través de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, y no por pactos, tratados o acuerdos entre paises. Lo anterior debido a que el ejecutivo siente que se vulneraron sus derechos y se desconoció el Derecho Internacional en el fallo que establece que Colombia debe ceder a Nicaragua gran parte, cerca del 40%, del mar cercano al archipiélago de San Andrés.
Es importante aclarar que sólo 15 países ratifican este tratado, de 21 naciones que lo firmaron. Argentina, Bolivia, Ecuador, Chile, Perú, Paraguay, Estados Unidos y Nicaragua han presentado reservas al texto, con las que se protegen de asuntos que consideran no son convenientes para sus países. El Salvador es el único país que ha denunciado el tratado, con lo cual Colombia sería el segundo en hacerlo, es decir, en retirarse.
Lo anterior podría establecer una nueva dirección en el manejo de la política internacional del Estado colombiano, hasta ahora basada en la diplomacia y dependiente de terceros, más cercana a la llamada escuela Alemana de la Realpolitik y que fundamenta su desarrollo en principios más de orden pragmático que moral y que busca primordialmente la defensa de los intereses geopolíticos de la nación, en los cuales el territorio es una de sus piezas claves y con lo cual el conflicto entre Colombia y Nicaragua por el mar y el archipiélago de San Andrés, podría tomar un nuevo rumbo.