Luego de que el Procurador General de la Nación considerara como falta grave el manejo que el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, le diera el año anterior al tema de la recolección de basuras en la capital colombiana, sentenció destituirlo e inhabilitarlo por 15 años para ejercer cargos públicos. Debido a ésto el alcalde, y fundador del movimiento Progresistas, citó ayer a las 4 de la tarde en la Plaza de Bolivar a todos sus seguidores, para protestar contra lo que considera una medida arbitraria y abusiva por parte de Alejandro Ordoñez y la que ha denunciado ante organismos internacionales como «un golpe de Estado a la democracia».

La destitución de Gustavo Petro se suma a las más de 250 sanciones disciplinarias que ha impuesto el ente de control a servidores públicos, incluyendo alcaldes, gobernadores y senadores, desde que se posesionara el controvertido Procurador Ordoñez hace cerca de 4 años, y por el que el entonces senador Gustavo Petro votó a favor. Esta destitución, por tratarse de un reinsertado que ostenta la alcaldía de la capital del país, ha suscitado enconadas voces al rededor del excesivo poder que consideran posee este órgano de control y del perjuicio que puede ocasionar este acontecimiento, en el Proceso de Paz que el gobierno nacional adelanta actualmente con el grupo subversivo de las FARC.