Por temor a que los corchen o porque no están preparados para enfrentar al público o porque simplemente les da miedo; muchos candidatos no han asistido a debates programados, en días recientes, por la academia y los gremios.

Pero eso tampoco está mal. Así lo hizo el expresidente Álvaro Uribe, cuando en su condición de presidente buscó su reelección. El exmandatario, dicen los analistas, no asistió a ningún debate con otros candidatos sino que programó foros propios donde mostró sus propuestas.

El asunto no es de improvisación. Todo hace parte de una estrategia política que se basa en las encuestas. Para algunos analistas, es evidente que el que va primero en las encuestas para la Gobernación, Sergio Fajardo, tiene algunas razones de peso para no ir. Por ejemplo, aseguran que no conoce el departamento y sus asesores no quieren que sus opositores le saquen ventaja con los micrófonos encendidos.

El analista Carlos Andrés Pérez recordó además el caso del actual gobernador, Luis Alfredo Ramos, a quien, según él, no le iba bien en los debates. Pérez aseguró que Ramos es un político que tiene buena conexión con la gente, pero que no tiene un buen manejo del discurso ni de los debates.

«Ramos, como candidato, no era bueno en los debates, pero sí era bueno en la relación abierta con la gente. Con esto quiero decir que la asistencia a los debates depende de las virtudes de cada candidato. Si un candidato tiene debilidades, como en el caso del Gobernador, los asesores no recomiendan que se exponga a medios de comunicación, deben recomendarle una campaña personalizada».

Pérez aseguró que si el candidato que va punteando las encuestas asiste a un debate, los otros candidatos van a aprovechar este espacio para «sacarlo de casillas» y tratar de hacerlo cometer errores.

Jorge Londoño, gerente de Gallup Colombia, manifestó que es evidente que un candidato que este punteando las encuestas no se va a exponer en un debate.

«Detrás de los debates hay una oportunidad y un riesgo. Por esa razón, quien lleva una ventaja cómoda sobre el resto de los candidatos, ¿para qué va a asumir el riesgo sabiendo que eso no trae ningún beneficio?, y quizás Fajardo este pesando en eso», manifestó Londoño.

Aseguró que los debates per se no generan cambios en la intención de voto, pero que estos dan pie para que se desarrolle una dinámica que puede afectar en el mediano plazo esa intención.

Luis Guillermo Patiño, director de la Facultad de Ciencia Política de UPB, manifestó que por ser el debate un encuentro democrático, es inexplicable e intolerable la no asistencia de algunos candidatos a estos espacios.

El académico aseguró, en el mismo sentido que los analistas ya citados, que los candidatos cuando van de primeros en las encuestas no quieren entrar en la confrontación, no quieren «despeinarse», porque tienen algún temor que en estos debates les pregunten por cosas o que no quieren responder, o que no están preparados, o que los compromete.

Fuente: Elcolombiano.com