El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, recibió las cartas credenciales del nuevo nuncio apostólico del Vaticano, monseñor Alberto Ortega Martín, en el palacio de Miraflores, Caracas. Ortega Martín, quien fue nombrado por el Papa Francisco, tiene una larga trayectoria diplomática en la Santa Sede. El encuentro se produjo en presencia del canciller Yván Gil y la viceministra de Relaciones Exteriores para Europa, Coromoto Godoy. Este nombramiento llega tras la ausencia de un nuncio en Venezuela desde 2021 y en medio del rechazo de la comunidad internacional por la falta de las garantías a la oposición en las recientes elecciones presidenciales en las que Maduro se autoproclamó presidente a pesar de las evidencias que dan una holgada victoria al candidato Edmundo González.
El nombramiento de Ortega Marín ha dejado un mal sabor de boca en la opinión, ya que representa la presencia de un nuevo embajador del Vaticano en la Venezuela de Nicolás Maduro y puede ser leída, en este momento, como un espaldarazo o reconocimiento al gobierno actual. Sin embargo, algunos consideran que la presencia del nuevo nuncio puede ayudar a la salida de la crisis democrática venezolana a través del diálogo, en sintonía con la posición de países de la región como Colombia, México y Brasil. Lo cierto es que el Papa Francisco ha hecho sentir la presencia política de la Iglesia Católica en América Latina a través de los oficios de sus representantes en las mesas de diálogo con el gobierno de Maduro en los que se ha hecho evidente la posición de Bergoglio a favor de los gobiernos de izquierdas.