A dos meses de las elecciones, Enrique Peñalosa sigue al frente en la intención de voto de los bogotanos, seguido de cerca por Gustavo Petro y Antanas Mockus.

¿Cuál es la principal problemática que debe resolver el próximo alcalde de Bogotá?
Hay que retomar el rumbo a la ciudad, trabajar con una visión clara, ordenándola con tres prioridades principales. La primera, el tema de la seguridad, que aunque tiene un enorme componente de responsabilidad del gobierno nacional porque tiene que ver con leyes, con justicia, con fuerza de la policía, de todas maneras el liderazgo tiene que estar en el alcalde de la ciudad y hay que lograr que se pueda vivir sin miedo, lo que además es indispensable para que haya más inversión, más turismo, más prosperidad y más empleo.

El segundo, es el tema de la movilidad, hay que tener claro también lo que hay que hacer y hay que hacerlo, esto implica muchas soluciones que involucran mejoras a Transmilenio, más troncales, metro, sistema integrado de transporte, más vías, ciclorrutas, , mejoras en el control del tránsito, pero debemos tener claro que una ciudad como Bogotá que va a tener 10 millones de habitantes en un futuro no lejano, la única solución verdadera para la movilidad es que el transporte público sea tan bueno que aún los ciudadanos que tienen carro, prefieran usar el transporte público durante las horas pico.

El tercero, en nuestro momento histórico son los jóvenes, precisamente por los logros de la ciudad en cobertura y en educación secundaria, hoy estamos frente a un cuello de botella nuevo que también es un desafío del Gobierno nacional y es que nuestros jóvenes no tienen campo en la educación superior, terminan el bachillerato, incluso algunos no lo terminan, se retiran antes de finalizar los dos últimos años porque no hay cupos en la universidad, ni en la universidad técnica y este es un problema para ellos porque se frustran, caen en la drogadicción, la delincuencia, pero además es un problema para toda la sociedad porque si no logramos educar a todos estos jóvenes, no vamos a poder ser competitivos, no vamos a poder tener el desarrollo económico moderno que necesitamos.

¿Finalmente qué necesita Bogotá, metro con Transmilenio, Transmilenio sin metro o metro y transmilenio?
No existe ninguna ciudad en el mundo en desarrollo que movilice el metro si quiera el 10% de la población, incluso en Londres que tiene 1.800 kilómetros de metro y trenes, con la misma población de Bogotá, moviliza más de un millón de personas más con buses que con metro, de manera que se necesita de todo, se necesitan metros, transmilenios, una red de buses que funcione bien, aceras, ciclorrutas, nuevas vías, taxis que funcionen, carros de alquiler, todo.

Aquí tenemos que aterrizar un poquito porque el subsidio al transporte en París vale US$ 10.000 millones al año, en Londres US$ 14.000 millones, no obstante que hay viajes en metro que pueden costar US$ 12 o US$ 14 el viaje, más el subsidio, mientras que aquí en Bogotá el 20% de la vías no están pavimentadas, tenemos 380.000 niños que caminan entre el barro para ir todos los días al colegio, como en el caserío más lejano del África, entonces hay que aterrizar también un poquito.

¿Pero entonces es necesario el metro?
Todo es necesario.

Usted es el gran impulsor de Transmilenio y se le reconoce como gestor, pero a la vez ¿no se ha convertido en su karma por el tema de las losas?
Primero que todo, el problema no es Enrique Peñalosa, ni conseguirle empleo a Enrique Peñalosa, felizmente ese no es mi problema. El problema es cómo solucionamos los desafíos de movilidad en Bogotá, obviamente que Transmilenio se identifica conmigo porque lo hicimos.

Es interesante señalar dos cosas, hay dos ambientes en donde se subestima mucho la gerencia, que son el académico y el político, donde se asume que lo que se trata es decir qué es lo que hay que hacer y que cualquiera lo hace. En lo político no se preocupan de dónde va a salir el dinero, pero en el sector empresarial tienen claro, que hace una diferencia inmensa quién es el gerente y por eso es que les pagan tan bien a los gerentes, no es que quieran ser queridos con ellos o les estén regalando plata.

Nosotros encontramos una ciudad que no tenía ningún rumbo, en cuanto a la movilidad, con unos transportadores que eran, incluso denominados mafias, que paralizaban la ciudad cada vez que querían, creamos el Transmilenio y convertimos a Bogotá en una ciudad ejemplar a nivel mundial. El modelo se ha copiado en siete ciudades colombianas, en Argentina, Chile e incluso en ciudades brasileñas, donde nosotros lo aprendimos, en México, Guadalajara, India, China, Indonesia y entonces tiene muchos problemas ahora para mejorar, pero el concepto general del transporte masivo que está basado en Transmilenio.

Hace unos años hubiera sido inimaginable, entonces lo cierto es que yo sí me siento muy orgulloso de haber tenido la capacidad de hacer algo que se convirtió en ejemplar, yo diría que hoy no hay un estudiante de ingeniería de transporte, en ninguna parte del mundo, ni en Chechenia o China o Francia que no sepa qué es Transmilenio, es una marca mundial. Ahora bien, necesita muchas mejoras, pero el tema de las losas, es algo que no tiene nada que ver con Transmilenio, esto es un problema lamentable y espero que los jueces fallen prontamente para que los contratistas y las empresas de seguros respondan por estos daños y lo que si es importante, es señalar que con relación a las responsabilidades jurídicas, ningún funcionario de mi administración ha sido acusado nunca de corrupción, es un problema puramente técnico, aquí no ha habido una acusación de corrupción, es un problema técnico de una vía, así como hicimos muchas vías que funcionaron, incluso parte de todo el tramo sur de Transmilenio funcionó perfectamente, es un problema técnico y nosotros en la alcaldía vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que los responsables paguen.

Pero una cosa es el problema de una pavimentación y otra cosa es el sistema Transmilenio que ha transformado a esta ciudad y a todas las ciudades de Colombia y a muchas ciudades del mundo y tiene unas características muy interesantes porque además de ser un sistema que está movilizando más pasajeros que todas las líneas del metro del mundo, con excepción de cinco o seis, a una fracción del costo de inversión y del costo de operación.

¿Hay una sensación que en estos últimos años Bogotá tuvo en retroceso?
Claro que sí, precisamente por elegir a personas que hablan bien y que no saben hacer y que son presas de la politiquería, además porque Bogotá es, antes que nada, una empresa enorme, por ejemplo junto a Bogotá, Bavaria es un juego de niños, Bogotá tiene un presupuesto de US$ 6.000 millones al año.

Esto requiere buena gerencia y ésta requiere, primero, una visión clara; segundo, el mejor equipo, es decir, las personas más calificadas y tercero, lograr que trabajen en equipo. Pero retrocedió no solo por los escándalos y la corrupción, sino por la politiquería y la falta de visión, un ejemplo claro son las troncales de la carrera séptima y la carrera décima, son decisiones improvisadas, el alcalde tratando de ganarse el premio a la reina de la simpatía, hay que tener claridad y carácter, a mí casi me tumban de la alcaldía cuando tenía 85% de imagen negativa porque estaba quitando los carros de las aceras y hasta se inventaron leyendas y mentiras, como que mi familia producía bolardos.

Yo tenía claro lo que tenía que hacer y los mismos que participaron en el proceso de la revocatoria reconocieron que estaban equivocados y que la ciudad se había valorizado y que se había mejorado la seguridad y la calidad de la ciudad, pero eso se puede hacer porque, primero, hay que tener claridad en la visión, hay que tener conocimiento necesario para tener la tranquilidad de lo que hay que hacer; segundo, el carácter necesario para enfrentar las batallas que hay que dar a veces a costa de la impopularidad y finalmente cuando terminé la alcaldía tuve la imagen más alta que haya tenido un alcalde en la historia de Bogotá.

¿Cómo acabar la corrupción en el Distrito?
Mire, de nuevo aquí más importante que las palabras son los hechos, y en mi administración hubo cero corrupción o en la de Antanas Mockus o en la de Lucho Garzón, en mi administración no hubo corrupción porque escogimos a la gente solo por méritos, a la mejor gente posible, no me importaba si era de Bogotá o de la Costa o de Antioquia, no me importaba si eran mujeres u hombres, no me importaba si era de un partido o de otro, por eso, cuando llegó Antanas Mockus, dejó a más de la mitad de nuestro gabinete y muchos de ellos han ocupado algunos de los cargos más importantes del sector privado en Colombia.

Institucionalmente tenemos unos problemas muy serios, es que es totalmente absurdo que las entidades de control como la Personería y la Contraloría, sean entidades escogidas por el Consejo de una manera totalmente política, por no decir politiquera, vienen de recomendados políticos, muchos muy buenos seguramente, pero en un diseño institucional que está mal diseñado de entrada.

En el Distrito hay incluso un engendro que se llama la Veeduría, que cuesta además unos cuantos miles de millones al año y vamos a volver a esa Veeduría que depende más del alcalde, de alguna manera, en una especie de super entidad de control administrativo para evitar la corrupción.

JJ Rendón dijo que por el momento que vivía la ciudad usted debería ser el próximo alcalde de Bogotá, ¿qué opina de esto?
Yo no puedo juzgar eso, no soy asesor experto en campañas políticas como JJ, yo amo mi ciudad, me he preparado y he trabajado por ella toda mi vida, he demostrado que produzco resultados en temas complejísimos, yo creo que la parte más difícil ya la hicimos, tumbamos el cartucho, arreglamos San Victorino y además, ahora tengo la experiencia de haber trabajado asesorando ciudades por todo el mundo en los últimos 10 años, en donde he aprendido mucho, entonces en esto de la política, de verdad nunca pensé que iba a estar de candidato otra vez, pero en esta actividad, a veces, uno resucita después de estar muerto, entonces, lo cierto es que yo sí estoy convencido que podemos enrumbar y ordenar a Bogotá, sin solucionar, por supuesto, todos los problemas que tiene, pero si por lo menos volverla por el camino que debe ir.

¿Qué se debe hacer para sentirnos otra vez seguros en Bogotá?
Yo espero que con el presidente Santos emprendamos una guerra contra el delito urbano, entre otras porque si la prioridad del presidente Santos es la prosperidad y también lo es para mí, debemos tener claro que mucho más importante que el túnel de la Línea, sabiendo lo importante que éste pueda ser, es la seguridad urbana, sin seguridad no hay turismo, no hay inversión y creo que para solucionarlo hacen falta muchas cosas.

Creo que se necesita ser mucho más drástico con la sanción de los delitos a mano armada. La reincidencia de los delitos a mano armada deben tener unas sanciones muy drásticas, tiene que haber orden en todos los retos de la ciudad, en el espacio público, no podemos tener los postes llenos de afiches, tiene que haber una claridad absoluta de que hay autoridad y hay que hacer un trabajo de inteligencia muy grande, porque aquí lo que tenemos son organizaciones delicuenciales muy sofisticadas que están haciendo los robos de celulares, entre otras. Hay tantas cosas que se pueden hacer de inmediato, ya existe la tecnología para que un celular que sea robado sea bloqueado e inutilizado de para siempre a control remoto, entonces conjuntamente con las empresas de celulares vamos a hacer que eso sea efectivo.

En general, tenemos que lograr que los delincuentes sean sancionados efectivamente y aquí, si hay algo que se ha probado, es que la delincuencia no tiene que ver con la pobreza, es un tema de crimen organizado lo que hay aquí, de profesionales del delito, ni son los más pobres los que cometen los delitos, ni es en las épocas de mayor recesión cuando se agrava el problema de la delincuencia.

La inseguridad destruye la ciudad, porque una ciudad con buena seguridad lleva a que se use más el transporte público, en donde la gente va a los parques, donde la gente hace compras caminando por las aceras y no se mete a un centro comercial y en la medida en que haya inseguridad, la ciudad se muere porque la gente se encierra en los clubes, en los centros comerciales, no toma el transporte público, no va a los parques, entonces tenemos que entender, y ese es el gran desafío, con el gobierno nacional y lo más importante para el desarrollo económico, para la inversión, mucho más importante que la tasa de cambio, que el túnel de la línea, es la seguridad urbana.

¿Se equivocaron los bogotanos eligiendo a Samuel Moreno?
No es la mejor persona a quien se lo pregunta. Claramente creo que se equivocaron, pero yo no entro a juzgar las partes penales, simplemente las partes gerenciales, me parece que es desastroso lo que ha ocurrido en Bogotá, hemos perdido autoestima y recursos.

Hace 15 años cuando llegamos a la alcaldía, trabajar allí era algo que no era atractivo para los jóvenes de las mejores universidades de Colombia y después de todo lo que hicimos, esa energía que llegó a tener Bogotá, aquí hubo miles de jóvenes que empezaron a hacer postgrados en urbanismo, a querer trabajar en la alcaldía, esto se volvió prestigioso.

Pero ahora otra vez se ha deteriorado tanto la imagen, donde se ha perdido mucho en la autoestima y entusiasmo de lo que puede ser la creación de la ciudad.

Lo que si es cierto cuando me pregunta si hemos echado para atrás, es que a pesar de venir de una mala administración, yo si creo que hay unos avances en la ciudad que no van para atrás, ya la gente aprendió a ver la ciudad distinta, ahora se tiene una visión diferente de lo que es la ciudad, ya la gente sabe el valor de ir a los parques, de las aceras, de los puentes peatonales, de las bicicletas, el transporte público, la cultura, yo si creo que tenemos una ciudad más avanzada de lo que teníamos hace 15 años.

En el sector privado hay toda clase de propuestas, de proyectos de renovación urbana, de proyectos de centros de integración universidad-estado, es una ciudad que más allá del fracaso del gobierno distrital, la sociedad civil es distinta, con mucha más claridad de visión, con más energía, con propuestas.

¿Se siente traicionado por el anuncio de Antanas Mockus de ser candidato a la Alcaldía?
No, yo hago lo que creo que debo hacer y me apasiona mi ciudad y trabajaré lo más duro para llegar a la alcaldía, pero me parece que para los ciudadanos lo mejor es tener todas las opciones posibles, de manera que el que hayamos saltado con entusiasmo por Antanas no tiene nada que ver con lo que verdaderamente importa para la ciudad.

¿Es Enrique Peñalosa el candidato de la U para la Alcaldía de Bogotá?
Si, por supuesto, el candidato del partido Verde, del partido de la U y de muchas personas sin partido y de personas que creo comparten una visión muy moderna de lo que puede ser una ciudad líder a nivel mundial, pero que tienen claro que para lograrlo hay que tener disciplina y hacer esfuerzo, que no es hablando carreta, ni tratando de ser la reina de la simpatía que vamos a lograr hacer realidad nuestro sueño, sino con disciplina, conocimiento, con trabajo en equipo y con esfuerzo.

¿El apoyo del expresidente Uribe puede resultar contraproducente para su candidatura?
Yo agradezco el apoyo del presidente Uribe y el de todos los que nos apoyen, tenemos una alianza entre el partido Verde y la U, creo que estoy seguro que enriquece nuestro proyecto porque hay mucha gente buena que tiene buenas ideas, además el partido Verde hace parte de la Unidad Nacional con el presidente Santos, el partido de la U es el partido del presidente Santos también y el presidente Santos ha demostrado que esas alianzas no son para hacer politiquería, sino para enriquecer los proyectos con las mejores ideas de la mejor gente.

Fuente: Dinero.com