GALERIAPOLITICA.COM: ¿Cómo ve el panorama de los precandidatos a la Alcaldía de Medellín?

Darío Montoya: Bueno, yo creo que todos son muy entusiastas, con ganas de hacer bien su tarea en esta contienda política. Veo francamente emoción en algunos, ganas más emoción en otros. En otros veo un poquito de exageradas ganas, que quizás hacen trascender la normal tranquilidad que debe tener una contienda de estas a la hora de plantearse los temas.

GP: Dentro de las filas del Partido de la U se ha hablado de consulta interna o de consenso ¿Usted es más amigo de alguno de estos mecanismos para definir el candidato?
DM:
Le voy a decir algo: por supuesto que tengo privilegio por algún mecanismo pero me he prometido no meterme en ese tema. Me parece que es un tema de la disciplina y de las directivas del partido de la U y yo no hago parte de esas directivas por lo pronto. Ellos son quienes definirán las reglas de juego y tomarán la decisión de como establecer el aval del partido, que es la primera carrera que hay que cumplir para esta contienda.

GP: Para la mayoría de los jóvenes de la ciudad hay una figuras políticas conocidas porque que se han mantenido visibles durante muchos años. Pero algunos no conocen muy bien la historia de Darío Montoya dentro de la política ¿En términos generales cuál es su historia en Medellín y en Antioquia?
DM: Yo he sido un individuo que se ha dedicado a la política de programas y proyectos. Toda mi vida, desde muy joven, lo digo con franqueza, me he dedicado al servicio. Aún en mis épocas de estudiante, posteriormente en mis épocas de empresario, mi voluntad de servicio fue clara. Y lo es ahora, desde hace dos meses, en el ejercicio de la política electoral.
Antes de prestar servicio público participé en algunas actividades, desde el sector privado, de servicio a la comunidad. Fundé la Incubadora de Empresas de Base Tecnológica de Antioquia que hoy es una institución fuerte. Fundé la Fundación de Apoyo a la Universidad de Antioquia. Fundé la Corporación Interuniversitaria de Servicios… y fíjese que allí hay una constante: los jóvenes de Antioquia, los jóvenes de Medellín.
Puede decirse también que esa tarea me permitió ser invitado a dirigir el Sena, y por ocho años con un compromiso diario me dediqué a buscar oportunidades para los jóvenes a partir de su educación, de formación, de su preparación para el trabajo y el emprendimiento.
De modo que llevo unos veinte años donde mi profesión ha sido servicio y mi foco ha sido oportunidades para los jóvenes. Desde hace dos meses me dedico a la política de buscar votos para la Alcaldía de Medellín con una inmensa ventaja sobre mis competidores y es que he hecho política de programas con resultados, con gestión. También tengo desventajas y es que todos los demás candidatos tiene varias contiendas consiguiendo votos, tres o cuatro la mayoría, pero yo espero que la calidad de mi trabajo y mi experiencia me den ese reconocimiento.

GP: Algunos de los candidatos han sido concejales, otros han sido exalcaldes, otros han sido secretarios de despacho, y hablan de las ventajas de sus cargos con miras a ocupar la primera magistratura de la ciudad ¿Qué ventajas tiene haber sido director del Sena?
DM: Haber sido director del Sena simplemente completo una vida de conocimiento del mundo. Mi visión de los problemas es una visión amplia y de perfil de problemas y soluciones mundiales. Y a su vez esta ha sido mi visión de país. Mi visión no es de parroquia ni de cruce de calles. Es una visón de viabilidad y de largo plazo.
Si Usted me pregunta cuál es mi principal propósito en los cuatro años de alcaldía, no es construir vanidades para mi sino construir el inicio de una ciudad viable, y oiga, soy modesto pero preciso, en los próximos quince años.
A mi que me digan los exalcaldes y los que han trabajado en los cuerpos directivos locales, qué han hecho porque el mundo entre a Medellín. Medellín lleva más de veinte años sin atraer una sola inversión extranjera de carácter real porque no han sido capaz nadie en esta ciudad, de construir condiciones para atraer esa inversión.

GP: ¿Cuál piensa que es el principal problema de Medellín?
DM:
La seguridad, sin duda. Medellín es una ciudad que da miedo. Nuestro principal problema es que somos una ciudad violenta, peligrosa, tomada por las empresas criminales y sin salida. Aquí podemos triplicar la policía y no solucionamos el problema. Llevamos treinta años con soluciones fallidas. Solo hay una salida, que tiene que completarse con un ejercicio contundente de la autoridad, que es quitarle al crimen, a sus empresas, la leña para el fuego.
De cada 100 jóvenes que deberían estar preparándose para trabajar, 93 no tienen esa oportunidad. es decir, van a educación superior solo el 7% de los muchachos de los barrios populares de Medellín, cuando la media nacional es 35%. En el Poblado es el 60%. De modo que 93 muchachos de cada 100 son leña para el fuego.
¿Por qué no van los muchachos a la educación superior? ¿Por qué no tienen con qué, por qué no les gusta, por qué les da pereza o porque no tiene sentido? Ellos lo que necesitan es solucionar un problema de ingresos. Un muchacho que a los 16 o 17 años sabe trabajar, será un muchacho que no los van a conquistar fácilmente las empresas criminales porque será un muchacho que tratará de buscar un trabajo digno.
Entonces la clave no es ni siquiera la educación superior, no podemos darnos ese lujo, es la educación media. Tenemos que llevar los conceptos de la educación superior, que es la que enseña a trabajar, a la educación media. Si nosotros resolvemos ese primer paso, le quitamos la leña al fuego. Y darle duro a lo que queda, es viable, con autoridad.

GP: Es decir ¿para lo importante más educación y para lo urgente más seguridad?
DM:
Yo tengo la claridad de cómo atacar el problema. A mi me dice alguien, que ya fue alcalde, cómo atacar el problema ¿Por qué no lo hizo entonces cuando fue alcalde? Porque el problema era el mismo. Me dice otro, es que yo llevo doce años de concejal pero ¿a ver dónde están sus ideas?. El problema no es el ejercicio autónomo de la autoridad, no es la inteligencia, no es la brusquedad, no es más ejército. Hay que montar una operación disruptiva total en la educación que le quite la leña al fuego y que luego se termina de aplastar con las medidas de choque. Seré el primero en incentivar la conmoción social para que permenentemente salgamos a protestar por las muertes violentas en la ciudad.

GP: En ese tema de la conmoción social ¿no cree que mientras se genera ese tipo de conciencia pasa más de una Alcaldía?
DM: No importa, pero el 2 de enero estaré haciendo mi tarea. Yo tengo muy bien diseñado ese día. A las seis de la mañana inauguraré mis concejos de seguridad, eso puede tardar unas tres horas. Ese día conmemoraré muy respetuosamente las muertes violentas del 1 de enero, con su noche incluida. Recibiré un informe de que paso y planearemos las siguientes veinticuatro horas, hasta las seis de la mañana del 3 de enero. Más o menos por las horas del medio día saldrá publicada una convocatoria para mil maestros de la educación media que irán a los mejores colegios que en el mundo hoy están haciendo educación disruptiva. El 2 de enero por la tarde visitaremos un colegio y haremos una discusión sobre como ingresar a ese colegio método, metodología y pedagogía para plantear una disrupción.

GP: Permítame introducir otros temas dentro de la problemática de ciudad ¿Cómo ve la movilidad?
DM:
La movilidad es un problema grave pero hay que saber donde. Yo me he estado recorriendo los barrios de Medellín y nadie se me queja de movilidad. Todo el mundo tiene un bus al pie que lo leva a la estación del Metro o camina un poquito y ya. Aquí en El Poblado, en cambio, es un problema muy grave.
El problema de la movilidad, al igual que muchos otras situaciones dolorosas de la ciudad se miran en un plan de cuatro años. A mi me parece que a Medellín necesita entender como va a ser la ciudad en los próximos veinticinco años. Yo quiero hacer planes que arranquen en mi alcaldía y terminen en quince años.
Para desarrollarle a Medellín un esquema de movilidad hay que meterlo en una ecuación de viabilidad y competitividad, y la ciudad tiene que conurbarse estratégica y físicamente con todo un entorno cercano. Cuando uno puede mirar la ciudad así, empieza a entender como tiene que ser la movilidad. Como se están diseñando los anillos desde hace muchos años en las grandes ciudades del mundo. Son anillos que permiten, de acuerdo aun plan de largo plazo, desarrollar la ciudad. La movilidad debe verse como un problema de largo plazo.
Aquí el problema no es de Picos y Placas sino de estimulo al uso del transporte publico. Si yo se que a las 7 de la mañana en punto pasa el bus. Yo confío en el transporte publico. Es un problema de orden y cumplimiento como lo hace el Metro de Medellín. No nos digamos mentiras, todo el barrio El Poblado, con el Pico y Placa, dobló sus carros. En esta casa hay carros suficientes para salir cualquiera que sea el número y así sucede en el 60% de las viviendas aquí.

GP: ¿Estaría de acuerdo con quitar el Pico y Placa entonces?
DM: Con soluciones alternativas. Es muy delicado decirlo así. Tiene que haber estímulo al transporte público que ofrezca calidad y logística. Y desestimulos al uso del transporte privado. Los desestimulos no son sanciones sino estímulos para usarlo de mejor manera. Por supuesto que la decisión de acabar el Pico y Placa hoy sería una decisión populista.

GP: En términos macro ¿Cómo le ha parecido la administración Salazar?
DM:
Yo lo digo con franqueza. No veo sino buenas intenciones de todos los Alcaldes que ha tenido Medellín en su historia. Yo veo cosas muy buenas que han hecho. Yo jamás señalaría a los alcaldes que ha tenido esta ciudad de faltos de buena fe o faltos de buenas intenciones. Lo que pasa es que cada uno tiene una visión distinta de como enfrentar los dolores de la ciudad y la viabilidad de la ciudad.

GP: ¿Pero cree que ha habido errores claros? ¿Cosas que Usted hubiera hecho completamente distintas?
DM: Yo creo que el alcalde de Medellín ha hecho lo que el consideraba que estaba bien. Me da la impresión que hay cosas que yo hubiera hecho diferentes. Por ejemplo, yo no le hubiera fallado a la ciudad un solo día como su alcalde.

GP: ¿Y este Alcalde en qué le parece que le ha fallado, en algunos días, a la ciudad?
DM:
Yo le estoy prometiendo a mi ciudad trabajar día y noche, 365 días al año.

GP: ¿Algún punto de acuerdo especial con esta administración?
DM: Yo creo que el trabajo social de la administración de Medellín ha sido formidable. Pero veo una visión corta de conexión de Medellín con el mundo. Por ejemplo, a mi me parece absurda la pelea de si el MetroPlus debería ser a gas o eléctrico. Si sabemos que el gas contamina y tiene problemas futuros de abastecimiento deberíamos darnos el palazo de reconocer el error y hacerlo eléctrico, así no lo inauguremos este año. El tema de los edificios bonitos, de los colegios y las bibliotecas., eso si que me parece interesante. Esos colegios lograron satisfacer las vanidades de alcaldes de cuatro años, lograron el objetivo de atraer la mirada de los premios de arquitectura ¿Pero lograron conquistar a nuestros niños? ¿Les cambió la educación gracias a esos edificios? Las pruebas y los indicadores dicen que no. Que la calidad de la educación, antes de esos edificios, era tan mediocre, o menos, que ahora.

GP: Pasando a otro tema, con respecto a la política nacional. Después de varios meses de la administración Santos, ha sido claro que hay dos estilos distintos entre el presidente Santos y el expresidente Uribe ¿Hay alguno de esos dos estilos con el que Usted se sienta más cercano?
DM:
Yo tengo que ser muy respetuoso del gobierno del presidente Juan Manuel Santos. Alcancé a trabajar tres meses ahí. Con mucha generosidad el presidente me invito a continuar. Yo creo que a él le debe ir bien pero por supuesto son dos individuos con una visión del gobierno completamente diferente. El expresidente Uribe es un creyente de la política de proyectos, de la microgerencia.
Yo con franqueza me identifico con la microgerencia. En el sector público usted no puede trabajar como en el sector privado practicando gerencia a distancia, gerencia estratégica. En el sector privado usted puede decir haga y si a los ocho días no se ha hecho puede cambiar. Usted en el sector público no puede hacer eso, usted tiene que irse con el individuo a hacer, porque tampoco lo puede echar. O usted hace microgerencia o se queda simplemente firmando documentos que nunca se materializan.
Yo manejé una de las entidades, tal vez de las más grande en puestos del Estado y la de mayor liquidez discrecional. Es decir, el presupuesto del Sena es el mayor del gobierno en libre disposición y creo que logré resultados muy importantes porque hice microgerencia. Me identifico entonces con la microgerencia en todos los aspectos.

GP: Para finalizar ¿Cuál debería ser el mensaje de la campaña de Dario Montoya que quede en la mente y el corazón de la gente?
DM: Yo quiero trabajar día y noche para conseguir oportunidades para los ciudadanos de Medellín a partir de la seguridad y la derrota de las empresa criminales. Con una disrupción en la educación y un ejercicio diario de la instituicionalidad del Estado para combatir esa violencia. Quiero que a Medellín la reconozcan como un ícono latinoamericano de la educación. Lider en educación para el trabajo. Si yo trabajé ocho años en el Sena sé para que sirve eso.

GP: ¿De dónde saldrá el presupuesto para esta gestión?
DM:
Medellín tiene en este momento unas transferencias que han sido invertidas en unas obras muy bonitas. Yo no haré esos edificios tan bonitos. Destinaré eso para hacer por dentro de esos edificios la transformación que Medellín necesita. Hice mis cuentas y entre apropiaciones municipales y apropiaciones de giros de empresas municipales se llegan a unos 600.000 millones de pesos. En edificios da como para diez de esos bonitos, pero para cambiar esos colegios por dentro da para todos y me sobra. ¿Sabe cuántos maestros puedo mandar yo al extrangero con la menuda que me queda? Por ahí cuatro mil.
Me encantaría ver más que muchachos echándose gasolina en la boca y encendiendose fuego cuando me hacen una muestra cultural en un barrio.